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La Formación como herramienta de crecimiento
Siempre se ha dicho que para progresar hay que aprender. Es ley de vida. El ser humano está diseñado para absorber información de su entorno y adaptarse a él. Desde pequeños, aprendemos a andar, hablar, comer, relacionarnos y un sinfín de habilidades más. Lo hacemos de manera instintiva, en muchos casos sin ser conscientes de ello. Pero lo hacemos. Aunque también es cierto que, con el paso de los años, por lo general el interés por aprender cosas nuevas suele disminuir (no siempre, pero ocurre en muchos casos), motivado sobre todo porque cada vez tenemos más recursos y creemos (erróneamente) que tenemos menos que aprender.
Pues bien. Esta misma dinámica la vemos en nuestra vida laboral. Al principio tenemos la sensación (que es una certeza) de que tenemos muchísimo que aprender, y lo hacemos. Nos fijamos en todo, leemos, practicamos, adquirimos conocimientos y formación a velocidad de vértigo para poder hacer bien nuestro trabajo. Pero con el paso del tiempo, y una vez que realizamos nuestras tareas con suficiente solvencia, empezamos a tener una mayor sensación de control y por tanto una menor necesidad de aprender cosas nuevas.
Y aquí viene el error. Cuando nos damos cuenta, nuestros trabajos han cambiado y nos toca salir de nuestra zona de confort para desaprender y aprender de nuevo. O queremos optar a una determinada promoción en nuestra empresa y no tenemos la preparación necesaria para ello. Todo esto en el mejor de los casos. No hablemos ya si, por el motivo que sea, nos vemos fuera del que ha sido nuestro trabajo durante años y necesitamos encontrar una nueva oportunidad profesional. Justo aquí es cuando nos damos cuenta de que estábamos muy cómodos y que necesitamos reciclarnos para volver al mercado laboral con ciertas garantías de éxito.
La Formación en tiempos de crisis
Desde luego, lo ideal sería tener lo que se llama un “Formación continua”. Es decir, compaginar nuestro día a día laboral con formaciones puntuales que mejoren nuestras prestaciones. Y, evidentemente, si esta formación proviene del propio plan de Formación de la empresa, pues mucho mejor (abordaré este asunto unos párrafos más adelante).
Sin embargo, en mi día a día me encuentro muchos/as profesionales que o no han tenido o no han aprovechado esa oportunidad y necesitan reciclarse con urgencia. Para ellos/as la autoformación es la solución. Buscar y realizar las formaciones es una solución, pero… ¿Dónde? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Con quién?
Y es aquí donde entra en juego el papel de la Formación online. Esta modalidad de formación nos permite tener acceso a contenidos de calidad, tutorizados por docentes expertos, con un horario y calendario flexible, y, lo mejor de todo, asequible para todos los bolsillos (sí, la formación online es muchísimo más económica que la presencial).
En estos casos, ofrezco a mis clientes (profesionales con necesidad y ambición por seguir formándose), la oportunidad de formarse a través de mi propia plataforma de Formación online multidisciplinar (abarca cursos de casi cualquier temática) que cumple con las características mencionadas en el párrafo anterior: Flexibilidad, Tutorización por expertos, calidad de contenidos y coste económico. Además, para los más exigentes, la mayoría de cursos son certificables por la Universidad Nebrija, una de las Universidades privadas más prestigiosas de este país.
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La Formación en las empresas
Como ya he mencionado en párrafos anteriores, la formación es vital para el desarrollo de los y las profesionales, y esto, por supuesto, tiene una repercusión directa en las organizaciones. Las empresas son “seres vivos” que van creciendo y evolucionando a lo largo de los años para hacer frente a los desafíos que le va deparando el mercado. Por supuesto, las empresas evolucionan, cambian sus procedimientos de trabajo, sus procesos internos y las herramientas que utilizan. En este escenario, no hay que ser muy agudo para darse cuenta de que, si esto no va acompañado del desarrollo de sus profesionales, no hay nada que hacer.
El Plan de Formación interna de una organización debería ser innegociable, pues asegura, no solo la supervivencia, sino el futuro de la empresa. La Formación, por tanto, no debería verse como un gasto, sino como una inversión, como un seguro de vida.
Hasta no hace mucho, la mayoría de planes de formación se han desarrollado de manera presencial. Vaya por delante que soy un acérrimo defensor de la formación en persona, pero, como ya he dicho en varias ocasiones, los tiempos cambian, las situaciones varían y las circunstancias se imponen. Hay que adaptarse. Qué sucede si, como está pasando, tenemos limitada la capacidad de reunión, de contacto físico, incluso de comunicación. ¿Dejamos de invertir en el futuro de nuestra empresa? ¿Nos estancamos? ¿No nos seguimos formando?
El desarrollo ha de ser innegociable. Así que las empresas han de buscar soluciones que les permitan seguir evolucionando a sus profesionales y llevando a cabo sus planes de formación. Y es aquí, donde entra en juego, de nuevo, la Formación online.
A las ventajas antes referidas, para las empresas podemos sumar una más (y muy relevante). El reducido coste de la Formación online con respecto a la presencial, hace que, en la mayoría de los casos, pueda ser bonificable al 100% con el crédito formativo de FUNDAE . Esto es, el crédito que todas las empresas acumulan a través de los seguros sociales y que pueden utilizar para la formación continua de sus profesionales (y que se pierde a final de año si no se ha utilizado).
En mi plataforma de formación online puedes encontrar también formación de casi cualquier temática y sector empresarial, flexible, tutorizada y de calidad… además de bonificable para empresas.
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Formación online o presencial
Para finalizar, mi reflexión es que realmente lo importante no es el medio, sino el fin. Lo fundamental es seguir creciendo, mejorar, reciclarse, prepararse. El mundo está cambiando, la sociedad está cambiando, y los clientes están cambiando. Cuando antes nos adaptemos, mejor para todos. Si las circunstancias permiten la formación presencial, adelante. Y si no es así, busca la manera de formarte y de desarrollarte. Busca la manera de crecer o de hacer crecer a tus profesionales. La Formación online es una gran alternativa. No es una moda, es una necesidad.