Qué es el Coaching de Alto Rendimiento

Es bien sabido que el Coaching es una metodología de desarrollo personal y profesional que nace como tal hace ya más de 40 años y que recoge una gran cantidad de técnicas y herramientas de otras disciplinas (además de otras tantas propias), lo que lo convierte, a día de hoy, en una de las opciones para la transformación de personas, equipos y organizaciones más demandadas y eficaces.

Un Coach es el profesional, específicamente formado para ello, que aplica el Coaching para ayudar a los demás. No entraré de nuevo en explicaciones acerca de las certificaciones exigibles a un buen coach. Pero, no vale solo con la experiencia (que también), ni siquiera con las habilidades (importantísimas, por supuesto).

Un buen coach, como cualquier profesional serio que se precie, debe tener la formación específica, acreditada y acreditable para ejercer su profesión. Para más información al respecto, puedes consultar mi post de hace unos meses sobre qué se le debe requerir a un Coach.

Y si a esto sumamos una formación de base sólida (como la Licenciatura en Psicología, en mi caso), o un Master en Psicología del Deporte (como es mi caso también). El éxito está casi garantizado.

¿Y qué es lo que hago? Pues muy sencillo (de explicar, que no fácil de hacer):

Impulsar a los demás a ser mejores, sea en el ámbito personal, profesional o deportivo. Identificar sus fortalezas y sus áreas de mejora. Detectar los obstáculos y buscar soluciones conjuntas. Potenciar sus habilidades y competencias. Y, en último término, establecer un plan de acción para llegar al objetivo marcado.

¿Que cómo lo hago?

A través de sesiones individualizadas, completamente a medida y aplicando el Coaching de Alto Rendimiento: mi propia metodología de intervención. Podría decir que es un Coaching mejorado, potenciado y totalmente enfocado al éxito. Aunando el Coaching tradicional, la Psicología del Deporte, y todas mis habilidades y herramientas adquiridas en cerca de 20 años de carrera profesional desarrollando personas y equipos. Y lo mejor de todo, se puede aplicar de manera personal o grupal (cuando lo que queremos es desarrollar a un equipo).

Se trabaja, como ya he mencionado, de manera individual, en sesiones de 60 minutos aproximadamente, ya que el trabajo es muy intenso y está 100% enfocado a la acción. Haciendo el símil, sería como un entrenamiento personalizado en el que el entrenador prepara a su pupilo/a para alcanzar sus metas.

En las primeras sesiones se detectan (mediante diferentes técnicas específicas para ello) las fortalezas y áreas de mejora a trabajar por el/la ejecutivo/a.

A partir de ahí, se traza un plan de acción a desarrollar entre sesión y sesión (que suelen tener una periodicidad semanal), de modo que se va acompañando en el desarrollo a la persona durante todo el proceso. Además, en cada una de las sesiones se irán trabajando las competencias necesarias para llegar al objetivo.

Es un trabajo completamente enfocado al éxito.

Evidentemente en cada proceso, y dependiendo de la persona, trabajaremos unas u otras competencias clave. Algunas de las más habituales son:

• Inteligencia Emocional.
• Gestión del Estrés.
• Gestión del Cambio.
• Productividad Personal.
• Liderazgo
• Comunicación interpersonal.
• Hablar en Público.
• Motivación.
• Gestión de Equipos.
• Gestión de conflictos.

En el caso del Coaching con Equipos, la metodología es similar, a nivel de herramientas utilizadas, enfoque y objetivos.

La gran diferencia estriba en que las sesiones se hacen en grupo, haciendo participar de ellas a todos los miembros del equipo. De ese modo, se busca la máxima implicación de cada uno/a y que se involucren activamente en el desarrollo de su propio equipo.

Para la evaluación de las fortalezas y áreas de mejora se utilizan distintas técnicas. Una de las que, bajo mi punto de vista tienen mayor potencia y fiabilidad son las dinámicas Outdoor, también conocidas como Team Building.

Consiste de preparar una serie de dinámicas o retos que han de superarse en equipo. Habitualmente se realiza en exterior y preferentemente en un entorno natural alejado de la propia empresa. Una vez finalizado cada ejercicio (independientemente de que hayan alcanzado el objetivo o no) se realiza una reflexión profunda con el equipo acerca de cómo se ha desarrollado la actividad, y de cuáles son las competencias que han podido aplicar y cuáles son las que les han faltado y les hubieran permitido ser más eficaces en la tarea propuesta.

De este modo, al finalizar la jornada, tendremos detectadas tanto las competencias que posee el grupo, como aquellas que necesita desarrollar. Esto nos dará una base sólida para enfocar las sesiones y trabajar grupalmente dichas competencias.

En este caso, las sesiones grupales suelen tener una duración mayor (unas 3 horas aproximadamente) y, al igual que las individuales, han de finalizar siempre con un plan de acción que se comprometan a llevar a cabo cada uno de los colaboradores.

La experiencia me dice que, con esta metodología, podemos tener una mejora palpable y evidente en el funcionamiento del equipo en apenas unos pocos meses.

La principal idea del Coaching de Alto Rendimiento es trabajar juntos (sea de manera individual el mando intermedio con el Coach, o todo el equipo) para la creación de planes de acción que les acerquen a sus objetivos y metas. Que sean capaces de tomar decisiones, de adquirir competencias y, en último término, de ser mejores cada día. Y todo ello mediante un trabajo personalizado y adaptado a cada persona, equipo o situación.

Si ahora que conoces mejor lo que hago, crees que te puedo ayudar a ti o a tu equipo. Solicita tu primera sesión de asesoramiento gratuito online haciendo clic aquí.