En la Convención de 2005 para la Protección y Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales, la UNESCO define la diversidad cultural como “las múltiples formas en que se expresan las culturas de los grupos y sociedades”. Aplicada al lugar de trabajo, esta diversidad se traduce en las diferentes maneras de manifestar creencias y valores en el ámbito profesional. Una política de diversidad cultural en el lugar de trabajo se basa en aprovechar la singularidad de los perfiles de sus colaboradores/as para mejorar el rendimiento global de la empresa.

La diversidad cultural es, por tanto, el mosaico de diferentes culturas que coexisten en el mundo. Incluye una variedad de tradiciones, idiomas, religiones, costumbres, valores y expresiones artísticas y supone un elemento fundamental del patrimonio de la humanidad además de una enorme riqueza para las organizaciones.

La diversidad cultural enriquece nuestras vidas y nos brinda nuevas perspectivas. Fomenta la tolerancia, el respeto y la comprensión entre diferentes grupos. Es un motor de innovación y creatividad y desempeña un papel vital en el desarrollo sostenible.

Una empresa integradora percibe la diversidad cultural como una oportunidad. No se trata solo de contratar a personas con antecedentes variados, sino también de asegurarse de que todos/as los/as empleados/as tengan experiencias equitativas, independientemente de su sexo, orientación sexual, religión o raza. Las empresas inclusivas se esfuerzan por integrar a todas las personas de manera adecuada. Esto implica fomentar una comunicación interpersonal positiva, libre de barreras lingüísticas o culturales, garantizando que todas las personas en la organización se sientan valoradas y comprendidas.

La diversidad cultural se manifiesta en la gastronomía, la música, la danza, la literatura y el arte, por poner solo algunos ejemplos. Se puede observar en las celebraciones, los festivales y las ceremonias tradicionales. Está presente en la forma en que nos vestimos, nos comunicamos y vivimos en comunidad.

La diversidad cultural en las empresas debe integrarse desde el proceso de contratación. El departamento de Recursos Humanos (RR.HH.) desempeña un papel crucial en este enfoque, favoreciendo perfiles únicos y creando equipos multiculturales. RR.HH. también tiene la responsabilidad de apoyar a las personas a lo largo de su trayectoria en la empresa, asegurando que todas tengan el mismo acceso a la formación y al desarrollo profesional.

Para crear un entorno de trabajo inclusivo y prevenir tensiones derivadas de las diferencias culturales, es esencial contar con el apoyo de la Dirección. Los/as directivos/as pueden contribuir adaptando sus métodos de gestión a los diversos perfiles culturales y analizando la dinámica relacional de sus equipos. Esto les permite identificar y desactivar conflictos que puedan surgir de malentendidos culturales. La inclusión debe ser una prioridad para la alta Dirección, y por tanto, los puestos directivos también deben estar abiertos a candidaturas con experiencia en diversidad.

Los propios colaboradores/as son actores clave en la política de diversidad cultural de la empresa. Es fundamental informarles sobre los compromisos de la empresa en esta área, para que puedan adherirse a ellos. Además, se puede ofrecer formación en diversidad cultural para asegurar que comprendan el concepto y acepten mejor las diferentes prácticas y puntos de vista.

Este enfoque integral, que incluye a RR.HH., la Dirección y a los/as colaboradores/as, garantiza que la diversidad cultural sea una parte efectiva y valiosa del entorno laboral, fomentando la cohesión, la innovación y el rendimiento global de la empresa.

En esta línea, la Declaración de la UNESCO ofrece una guía valiosa para:

• Crear un ambiente de trabajo inclusivo y respetuoso con la diversidad.
• Aprovechar el potencial de la diversidad cultural para la innovación y el crecimiento.
• Contribuir a la protección y promoción de la diversidad cultural en sus comunidades.

Desde la propia Unión Europea, cada vez hay más iniciativas para promover y fomentar la diversidad. Si quieres conocer más acerca de ello, puedes hacer clic aquí.

2.- Innovación: Una plantilla diversa, con diferentes perspectivas culturales y formas de entender el mundo, permite una comprensión más completa de los retos a asumir. Esto facilita la generación de diversas soluciones y mejora la calidad de la toma de decisiones en la empresa.

3.- Competitividad, reputación y responsabilidad social corporativa: Gestionar la diversidad no solo genera riqueza, sino que también establece relaciones comerciales y laborales sólidas. Promover la diversidad en la empresa mejora su competitividad, refuerza su reputación y demuestra un compromiso con la responsabilidad social corporativa.

En resumen, integrar la diversidad cultural en el lugar de trabajo no solo contribuye a la retención del talento y la innovación, sino que también mejora la competitividad y la reputación de la empresa, alineándola con principios de responsabilidad social corporativa.

Promover la diversidad cultural en el lugar de trabajo requiere una estrategia que abarque tanto acciones internas como externas:

      1.- Acciones Externas:

• • Campaña de Comunicación: Utilizar la página web de la empresa y otros canales de comunicación para sensibilizar al público sobre la política de diversidad cultural de la empresa. Esto puede incluir artículos, videos y testimonios que resalten los beneficios y el compromiso de la empresa con la diversidad.
  • Ofertas de Empleo: Asegurarse de que las ofertas de empleo reflejen el compromiso de la empresa con la diversidad, alentando a una amplia gama de perfiles a postularse. Esto puede incluir lenguaje inclusivo y destacar la importancia de la diversidad en la cultura corporativa.

      2.- Acciones Internas:

• • Cohesión de Equipos: Fomentar la cohesión entre los equipos para que los/as colaboradores/as se sientan parte de un grupo unido. Esto es especialmente importante para equipos que trabajan a distancia. Se pueden crear “hábitos” o prácticas regulares que fortalezcan las relaciones, como reuniones periódicas, celebraciones de logros y actividades de equipo.
  • Eventos de Creación de Equipos: Organizar eventos que reúnan a los compañeros, tanto presenciales como virtuales, para fortalecer el espíritu de equipo. Estos eventos pueden ser actividades recreativas, talleres de formación o proyectos colaborativos.

      3.- Valores Comunes:

• • Adhesión a Valores Comunes: Fomentar la diversidad cultural dentro de un marco de valores comunes. Los principios éticos y valores de la empresa deben ser claros y aplicarse en todos los aspectos de la actividad empresarial. Estos valores ayudan a unificar a los empleados y a proporcionar un sentido de propósito compartido.
  • Integración de Valores en la Cultura Corporativa: Hacer esfuerzos conscientes para que los empleados se adhieran a los valores de la empresa mientras se respeta y celebra su propia cultura. Esto puede incluir programas de formación sobre diversidad, inclusión en los procesos de toma de decisiones y reconocimiento de las contribuciones individuales de los/as colaboradores/as.

Al combinar estas estrategias, una empresa puede crear un entorno de trabajo que no solo respete y celebre la diversidad cultural, sino que también mejore la cohesión del equipo, la innovación y el rendimiento general.

La mejor manera de favorecer la cultura de la diversidad en las organizaciones es implicar de manera activa a las personas que trabajan en ellas. ¿Cómo? Pues a través de:

1. Información: Deben conocer los compromisos de la empresa en materia de diversidad cultural. 
2. Formación: Pueden recibir capacitación para comprender mejor el concepto de diversidad cultural. 
3. Beneficios: Una mejor comprensión de la diversidad cultural les puede ayudar a: 

• Aceptar mejor las diferentes prácticas y puntos de vista.
• Contribuir a un ambiente de trabajo más inclusivo y respetuoso.

De todo lo comentado hasta este punto, ¿qué podemos destacar?

Pues que la Diversidad no es solo una ventaja, es una necesidad, para tener equipos más competentes, con más recursos y con mejores resultados.

Se desprende de ello, pues, que las acciones que fomenten la cohesión, las formaciones participativas y las jornadas de Team Building pueden ser un vehículo muy eficaz para facilitar una cultura de la diversidad en nuestras organizaciones, y, por tanto, generar mejores equipos.

Si quieres que te ayude con esta tarea, no dudes en contactarme, y trabajaremos juntos en la gestión de la diversidad en tu empresa.