Qué es la Inteligencia Relacional y cómo mejora nuestro trabajo

En primer lugar, me gustaría hacer una aclaración. Aunque puedan parecer términos sinónimos, no es lo mismo Inteligencia Emocional que Inteligencia Relacional. Siendo bastante conciso para no extenderme en disertaciones teóricas, me gustaría explicar la diferencia.

La Inteligencia Emocional es el término que define la “capacidad de sentir, entender, controlar y modificar estados anímicos, tanto propios como ajenos”.  Esto implica que, según esta definición, la Inteligencia Emocional se compone de otras dos “inteligencias”, la Intrapersonal (capacidad de gestionar las emociones propias) y la Interpersonal (la capacidad de interactuar con las emociones de los demás). Esta última, también es conocida como Inteligencia Relacional.

Las empresas son, en esencia, grupos de personas que se relacionan entre sí para lograr unos objetivos organizacionales. Se relacionan los líderes con sus colaboradores/as, esto/as con sus líderes. Unos líderes con otros y unos departamentos con otros. Además, existen otras relaciones interpersonales, como son las que se establecen con proveedores, y por supuesto con clientes. Por tanto, podemos decir, sin equivocarnos, que las organizaciones van mejor o peor en función de cómo son todas esas relaciones.

Bajo este planteamiento, en el crecimiento de una compañía, sea del tamaño que sea o, al contrario, en las crisis y conflictos que en ella se generan, cobra una importancia vital la calidad de las relaciones. Por ello, hoy en día, más que nunca, es vital en la selección de talento, detectar competencias, habilidades y capacidades relacionales. En definitiva, necesitamos en nuestras organizaciones personas que destaquen por su Inteligencia Relacional, incluso por encima de su experiencia profesional o su capacidad técnica (por supuesto sin obviar ninguno de estos dos aspectos).

Y si lo que detectamos es que no tenemos lo suficientemente desarrolladas esas competencias en nuestra actual plantilla, será necesario trabajar en planes de formación y desarrollo para dotarles de dichas herramientas, claves para el éxito a día de hoy.

• La Empatía.
• La Comunicación efectiva.
• La Asertividad.
• La Gestión del Estrés.
• La Resolución de Conflictos.
• Gestión del cambio.

Este último punto es muy importante en estos momentos de incertidumbre y puede ser la clave para una gestión de crisis exitosa.

Lo más importante para tener éxito, es saber gestionar y resolver conflictos interpersonales. Y esto solo es posible si se desarrolla la Inteligencia Relacional.

Esta es necesaria para que podamos socializar de manera efectiva, pero también tiene un evidente beneficio hacia los demás, porque es la base para unas relaciones armoniosas y para generar una influencia positiva en las personas que nos rodean.

Es una habilidad que ayuda a aumentar el compromiso y estimula a las personas que gestionan equipos y a sus colaboradores/as.

En los apartados anteriores he hablado de la importancia y bondades de la Inteligencia Relacional, pero creo que ha llegado el momento de contarte cuáles son sus principales características y cómo reconocerla.

Las personas con una alta Inteligencia Relacional…

• … son capaces de sentir el desarrollo de los acontecimientos, observar las situaciones y personas que les rodean y adaptar su actitud, decisiones o comportamientos en función de lo que han percibido.
• … son proactivas, saben organizarse y tomar decisiones (aunque no estén las reglas marcadas) para poder cumplir con sus objetivos de forma más efectiva.
• … poseen capacidad crítica. Pueden evaluar situaciones sin basarse únicamente en sus propias emociones o creencias.
• … destacan por su Inteligencia Intrapersonal. Saben reconocer sus propias emociones y regularlas de manera eficaz.
• … destacan por su Inteligencia Interpersonal. Saben reconocer los éxitos de los demás y no atribuirse todos los méritos.
• … tienen una gran capacidad para resolver problemas. No ponen el foco sólo en el problema o los culpables, sino en la búsqueda de soluciones.

Para concluir, no me gustaría dejar pasar la oportunidad de destacar el papel del Autoconocimiento en la Inteligencia Emocional en general y en la Relacional en particular.

Solo cuando nos conocemos a nosotros/as mismos/as somos capaces de manejar y regular ese mundo emocional que llevamos dentro, haciéndolo de manera efectiva, canalizando las emociones negativas ante las dificultades y facilitando relaciones enriquecedoras con las personas que nos rodean.

Soy consciente de que esto no es tarea fácil. Si crees que necesitas ayuda para ello, recuerda que a través de las herramientas del Coaching de Alto Rendimiento puedo ayudarte a profundizar en tu Autoconocimiento, para empezar a construir, reconstruir o fortalecer desde ahí tu Inteligencia Relacional.

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